Hoy 27 de octubre de 2020 se celebra el Día Mundial de la Terapia Ocupacional. En este post queremos hablaros sobre el objetivo principal de esta figura profesional en nuestros centros de día: conseguir la máxima independencia posible de cada persona en las actividades de la vida diaria (AVD’s). Podemos diferenciar estas actividades en básicas e instrumentales:

Las actividades básicas (ABVD’s) son las que necesitamos para vivir y van dirigidas a uno mismo. Se realizan de manera automatizada y de forma cotidiana. En este grupo nos encontramos actividades como la alimentación, el aseo personal, el vestido, las transferencias, los desplazamientos, el control de esfínteres, etc.


Las actividades instrumentales (AIVD’S) son las que nos hacen relacionarnos con el entorno. Su desempeño implica una mayor complejidad física y cognitiva. Debido a esta complejidad, su manejo se pierde antes que las básicas. A este grupo pertenecen el manejo de dinero y medicación, la realización de compras, cuidado del hogar, el uso del teléfono, medios de transporte, etc.

¿Cómo ayudamos a mejorar estas actividades?

Este objetivo tan importante para la calidad de vida de nuestros usuarios, lo podemos trabajar mediante estimulación cognitiva aplicada a las AVD’s o realizando reentrenamiento de las mismas insitu.

Un ejemplo de actividad de estimulación cognitiva aplicada a ABVD’s, como puede ser el aseo personal, consiste en poner en la mesa objetos para el aseo mezclados con otros objetos cotidianos. El usuario deberá localizar los que sí son para el aseo personal y separarlos del resto.

Al trabajar alguna de estas actividades en el momento de su realización, como vestirse por ejemplo, nos permite valorar cuál es la dificultad para poder llevar a cabo cada tarea dentro de esta actividad. Esto nos permite establecer las pautas verbales o físicas que necesita la persona y/o facilitarlas con pequeñas modificaciones o con productos de apoyo.

En cuanto a las actividades instrumentales de la vida diaria, las trabajamos a través de talleres. Un ejemplo es el taller de manejo del dinero. En él enseñamos a nuestros usuarios las características de las distintas monedas y billetes para que sea más fácil su uso. Además, representamos distintas situaciones que suceden en el día a día.

También, las trabajamos a través de distintas salidas. En el caso de realización de compras acudimos a supermercados o mercadillos en los que el usuario (siempre acompañado del terapeuta) puede mantener la interacción con el entorno, utilizar lo trabajado en los distintos talleres que realizamos en centro y aplicarlo en su vida familiar.

 

Autoras:

Almudena Recuero Cañamero– Terapia Ocupacional Centro de día Puerta del Sur (Alcorcón)

Sara Pecharromán Jiménez– Terapia Ocupacional Centro de día Pradillo (Móstoles)

 

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