El daño cerebral adquirido o DCA es una a lesión repentina del cerebro en personas que habían nacido sin ningún tipo de daño cerebral. Esta lesión altera la estructura y funcionamiento  del cerebro, lo que lleva a una afectación del funcionamiento cognitivo, emocional, conductual y/o físico.

Las principales causas son ictus o accidentes cerebrovasculares, traumatismos craneoencefálicos y tumores cerebrales, aunque también hay otras causas como procesos infecciosos (meningitis, encefalitis…) o anoxias cerebrales de diversos orígenes

En España, según ha informado la Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE), afecta actualmente a 420.000 personas, y cada año se diagnostican 104.701 nuevos casos. De estas personas, el 65% son mayores de 65 años, el 52% son mujeres, y el 89%  presentan alguna discapacidad para realizar actividades básicas de la vida diaria tras haber sufrido la lesión.

 

Síntomas del DCA

 

Los síntomas de alarma que debemos de tener en cuenta si sospechamos que alguien está sufriendo alguna de las causas que desembocan en DCA son:

  • Disminución brusca de conciencia
  • Dificultades para hablar o comprender lo que se les dice.
  • Parálisis facial o parálisis en la mitad del cuerpo.
  • Pérdida de visión
  • Dolor de cabeza
  • Vómitos.

La clínica del DCA es variada, existiendo varios tipos de alteraciones:

  • Alteraciones sensitivomotoras: espasticidado flacidez, déficit en la coordinación manual, alteración en la sensibilidad…
  • Alteraciones del lenguaje y de la comunicación: afasia, dificultades para la lectura y/o escritura….
  • Trastornos neuropsicológicos: cognitivos y conductuales.

 

Secuelas y tratamiento

 

En cuanto a las secuelas del daño cerebral adquirido, las más comunes son:

  • Secuelas a nivel del estado de alerta: estados de coma – vigilia que pueden tener una duración variable según el caso. Puede haber casos en los que no se produce despertar y la persona se mantiene en estado vegetativo persistente.
  • Dificultades a nivel motor: complicaciones físicas (por ejemplo hemiplejia), disminución de la fuerza (hemiparesia) o tensión y rigidez en los músculos (espasticidad).
  • Dificultades en la comunicación: la persona puede presentar dificultades en la expresión y comprensión tanto oral como escrita.
  • Alteraciones en la cognición: pueden producirse problemas en el pensamiento complejo, en la atención y memoria provocando desorientación y confusión en el paciente.
  • Secuelas a nivel emocional y de la personalidad: irritabilidad, conducta sexual inapropiada, depresión, apatía, agresividad.
  • Alteraciones sensitivas y sensoriales: hace referencia a la forma en la que se percibe la información de nuestro entorno a través de los sentidos y como percibimos nuestro propio cuerpo.

El tratamiento de esta afectación se debe realizar desde múltiples áreas como el equipo de rehabilitación multidisciplinar básico está compuesto por médico rehabilitador, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, neuropsicólogo, y logopeda, así como el familiar y/o cuidador principal. Respecto al proceso rehabilitador de estos pacientes, existen dos objetivos: mejorar la funcionalidad del enfermo de forma global y actuar frente al déficit concreto para reducir al máximo las secuelas de la enfermedad a la vez que se mejora la funcionalidad.

 

Sara González- Fisioterapeuta del Centro de Día San Juan (Valladolid)

 


Te invitamos a que veas el resto de nuestros posts. Pincha en este enlace.

¡Síguenos en Facebook e Instagram!