EL DÍA MUNDIAL CONTRA EL DOLOR (17 DE OCTUBRE)

El día 17 de octubre se celebra el Día Mundial Contra el Dolor para mostrar el prisma y la importancia social, económica y sanitaria del dolor crónico en toda la población.

Tanto por una caída, por malestar o incluso por enfermedad, un gran número de personas han sentido dolor alguna vez en su vida. Incluso métricas sobre el estado actual de la atención primaria en España arrojan datos de que una de cada dos personas asiste a este servicio por ese motivo.

Estos datos, además, se complementan con que un 20% de personas sufren dolor crónico y hasta una de cada tres ven afectado su día a día por dolencias muy severas, afectando de manera total en su calidad de vida.

¿QUÉ ES EL DOLOR?

La Asociación Internacional para el Estudio del dolor (IASP, de sus siglas en inglés) define el dolor como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a un daño real o potencial de los tejidos del organismo, o que simula el mismo.

Es un fenómeno en el que intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales. Hay que tener en cuenta que el dolor es un proceso completamente subjetivo e individual, que una persona aprende a través de las experiencias de su vida.

Otros conceptos relacionados con el dolor que hay que tener presentes son los de umbral del dolor y tolerancia al dolor.

 El umbral del dolor se refiere a la intensidad mínima a partir de la cual un estímulo se considera como doloroso.

La tolerancia al dolor es la intensidad máxima de dolor que es capaz de soportar una persona. Ni el umbral ni la tolerancia al dolor son constantes en todos los sujetos ni a lo largo de sus vidas, sino que se ven influenciados por diversos factores como pueden ser los sociales y emocionales.

Para entender mejor este proceso, vamos a ver las distintas formas en las que se puede clasificar según su duración y fisiopatología.

  1. Clasificación del dolor según su duración:

1.1 Agudo:

Se considera como dolor agudo una respuesta normal, fisiológica y predecible del organismo frente a una agresión, ya sea física o química. En este tipo de dolor existe una relación importante entre la intensidad del mismo y la patología que lo desencadena, siendo su evolución natural disminuir progresivamente hasta desaparecer una vez se cure la lesión subyacente.

El dolor agudo constituye un elemento fundamental para la supervivencia del organismo. Es un sistema de “alarma” de primer orden y nos advierte de la presencia de un peligro para la integridad del organismo que merece atención, permitiendo poner en marcha los mecanismos de evitación o protección.

1.2 Crónico:

Podemos definir el dolor crónico como aquel que se extiende más de 3 ó 6 meses desde su aparición o que se extiende más allá del período de curación de una lesión tisular.

También se clasifica como dolor crónico aquel que está asociado a una condición médica crónica.

A diferencia del dolor agudo que constituye un síntoma de una enfermedad, el dolor crónico se establece como una enfermedad en sí mismo.

  1. Clasificación del dolor según su fisiopatología:

2.1 Nociceptivo:

El dolor nociceptivo resulta de la activación de los nociceptores (receptores de dolor), secundaria a estímulos reales o estímulos que podrían potencialmente dañar los tejidos.

Dentro del dolor nociceptivo, podemos distinguir entre dolor somático y visceral.

2.1.1 Somático: su origen es la activación de los nociceptores a nivel de músculos, huesos, piel y tejidos adyacentes. Se caracteriza por ser bien localizado en la zona donde se encuentra la lesión. Un ejemplo de este tipo de dolor sería la fractura ósea.

2.1.2 Visceral: se origina en las vísceras u órganos internos. Se caracteriza por ser un dolor continuo, profundo y mal localizado que en ocasiones se irradia o se refiere en un área distante al órgano afectado. Puede acompañarse de náuseas, vómitos, sudoración o mareo.

Un ejemplo de este dolor es el asociado con apendicitis.

2.2 Neuropático:

El dolor neuropático se define como el dolor que aparece como consecuencia directa de una lesión o enfermedad que afecta al sistema somatosensorial (el sistema somatosensorial es la parte del sistema nervioso que se encarga de recoger y procesar información sensorial del cuerpo).

Este dolor se identifica como quemante, punzante o descarga eléctrica. Un ejemplo de este tipo de dolor es el que se produce por compresión de los nervios en la columna vertebral.