LA OBESIDAD Y EL SOBREPESO COMO UN PROBLEMA DE SALUD

Desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo. En 2014  más de 1900 millones de adultos mayores de 18 años tienen sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones sufren obesidad. Con respecto a la población infantil, existen más de 41 millones de niños menores de 5 años con sobrepeso u obesidad a nivel mundial, lo que ha significado un incremento de cerca de 11 millones en los últimos 15 años. En 2016, 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos. Para el año 2030 más del 40% de la población del planeta tendrá sobrepeso y más de la quinta parte será obesa.  La mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas de personas que la insuficiencia ponderal.

Estos datos epidemiológicos son escalofriantes, y no se me ocurre mejor manera que comenzar este breve artículo sacándolos a la luz, para que cada lector sea consciente de la gravedad del problema y sobre todo de que LA OBESIDAD PUEDE PREVENIRSE.

Han tenido que pasar varias décadas, para definir el  sobrepeso y la obesidad como uno de los problemas de salud más trascendentes de la humanidad.

Con excepción de la obesidad mórbida que siempre fue considerada como una patología, el sobrepeso y la obesidad inicialmente fueron identificados como un problema estético, favorable o desfavorable según las épocas, y aun más, como atributo de salud y poder en algunos sectores de la población y etnias.

En la segunda década del siglo pasado, comenzó a destacarse su asociación con patologías crónicas y su impacto sobre la expectativa de vida. Sin embargo, la naturaleza de esta asociación, muchas veces dependiente de otros factores de riesgo, le restaba trascendencia.

Sin embargo, con el tiempo se identificó una asociación creciente del sobrepeso y obesidad, con un mayor número de factores de riesgo de enfermedades crónicas, lo que sugirió a las autoridades de salud que su enfrentamiento a nivel poblacional podría tener una proyección mayor por su efecto multiplicador.

Fue el mejor conocimiento de la fisiología y fisiopatología del adiposito, el que vino a corroborar el carácter patológico de esta condición.

Esta larga trayectoria ha condicionado las actitudes de las autoridades de salud frente a este problema. Ignorándolo en sus etapas iniciales, para luego aceptarlo como un factor condicionante de factores de riesgo, llegando al fin a reconocer al sobrepeso y la obesidad como una patología.

DEFINICIÓN DE OBESIDAD

Según la OMS, la obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Un índice de masa corporal (IMC) superior a 25 se considera sobrepeso, y superior a 30, obesidad.

TIPOS DE OBESIDAD

  • CLASIFICACIÓN SEGÚN LA OMS, basada en el cálculo del Índice de Masa Corporal (IMC).
TIPOS DE OBESIDAD SEGÚN % IMC
OBESIDAD GRADO I

(RIESGO BAJO)

IMC  30-34 Kg/m2
OBESIDAD GRADO II

(RIESGO MODERADO)

IMC  35-39.9 Kg/m2
OBESIDAD GRADO III U OBESIDAD MÓRBIDA (RIESGO ALTO) IMC  40-49.9 Kg/m2
OBESIDAD GRADO IV U OBESIDAD EXTREMA (RIESGO MUY ALTO) IMC  >50  Kg/m2

El IMC se calcula dividiendo el peso (Kg) por el cuadrado de la estatura en metros (Kg/m2). En función de estos valores se describen los tipos de obesidad expuestos en la tabla posterior.

  • EN FUNCIÓN DE LA DISTRIBUCIÓN DEL TEJIDO ADIPOSO
  • Obesidad abdominal, visceral. También denominada tipo androide con predominio de adiposidad en la mitad superior del cuerpo: cuello, hombros y abdomen. Este tipo de obesidad se asocia con un aumento del riesgo de enfermedades metabólicas (Diabetes tipo 2, aterosclerosis, etc.).
  • Obesidad femoro glútea o ginoide.Con predominio de adiposidad en los glúteos, las caderas, los muslos y la mitad inferior del cuerpo.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

SIGNOS SÍNTOMAS
      Niveles elevados de tensión arterial >140/90mmHg

Circunferencia de cintura superior a 94cm en hombres y 88cm en mujeres

IMC >30Kg/m2

Edemas y varices en extremidades inferiores

Acantosis nigricans (trastorno cutáneo caracterizado por la presencia de hiperqueratosis e hiperpigmentación en los pliegues cutáneos y axilas)

Estrías (por distensión y ruptura de las fibras elásticas de la piel)

      Aumento de peso

Dolor de espalda y/o articulaciones

Sudoración excesiva

Dificultad para dormir (apnea del sueño, somnolencia diurna)

Intolerancia a los aumentos de temperatura

Infecciones en los pliegues cutáneos

Fatiga

Depresión

Sensación de falta de aire (disnea)

Reflujo y acidez

CAUSAS

  • Aumento de la ingesta calórica, con frecuencia asociada a una actividad sedentaria.
  • Factores ambientales y la predisposición genética.
  • Los tratamientos psicótropos, como algunos antidepresivos o tranquilizantes, y los hormonales, especialmente los compuestos estrogénicos, pueden favorecer el aumento de peso.
  • Es frecuente que circunstancias que induzcan ansiedad se acompañen de una actitud compulsiva alimentaria que favorece el aumento de peso.
  • El abandono del hábito tabáquico suele provocar aumento de peso con frecuencia, aunque este fenómeno no es necesariamente inevitable.
  • Excepcionalmente, puede deberse a causas hormonales como el hipotiroidismo o el síndrome de Cushing.
  • También puede estar provocada por enfermedades neurológicas o hereditarias que alteran el centro del hambre y la saciedad, que se localizan en el hipotálamo.

TRATAMIENTO DE LA OBESIDAD

Hay que tener claro que el principal tratamiento de la obesidad es la prevención y un adecuado seguimiento del paciente por parte de su enfermera y médico de Atención Primaria.

El tratamiento integral de la obesidad se tiene que llevar a cabo de manera individual, planteando las estrategias más adecuadas para cada paciente.

Para lograrlo, existen distintas alternativas que empiezan por un tratamiento conservador, basado en cambios en la dieta y estilos de vida de cada persona. Cuando sea necesario, existen técnicas endoscópicas y quirúrgicas que ayudan al paciente a conseguir esa pérdida de peso.

  • Plan de alimentación saludable y de actividad física regular. Seguir un plan de alimentación con menos calorías suele ser el primer paso para tratar el sobrepeso y la obesidad.

Las personas con sobrepeso u obesidad también deben empezar a hacer actividad física con regularidad cuando comienzan su plan de alimentación saludable. Ser activo puede ayudar a quemar calorías y hacer actividad física con regularidad puede ayudar a mantener un peso saludable.

  • Modificar hábitos de vida. Cambiar los hábitos alimenticios, los hábitos de actividad física y el estilo de vida es difícil, pero con un plan, esfuerzo, apoyo constante y paciencia, se puede perder peso y mejorar la salud.

Los siguientes consejos pueden ayudar a pensar en formas de perder peso, participar con regularidad en la actividad física y mejorar la salud a largo plazo.

  • Esté preparado para los deslices porque son normales.
  • Establezca metas.
  • Busque apoyo siempre que lo necesite.
  • Programas para controlar el peso. Algunas personas se benefician de participar en un programa formal para controlar el peso. En estos programas, los especialistas capacitados en el control del peso diseñarán un plan detallado para cada paciente y le ayudarán a cumplir el mismo.

Los planes incluyen una dieta más baja en calorías, aumento de la actividad física y formas de ayudarle a cambiar sus hábitos y de mantener los hábitos nuevos. Estos se llevan a cabo, cara a cara en las consultas individuales de Atención Primaria o en sesiones grupales.

  • Dispositivos para perder peso. El médico puede considerar el uso de dispositivos si una persona no ha podido perder peso o para evitar que recupere el peso que ha perdido con otros tratamientos. Debido a que los dispositivos para perder peso han sido aprobados apenas recientemente, los investigadores no tienen datos de largo plazo sobre su seguridad y eficacia. Los dispositivos para perder peso incluyen:
  • El sistema de estimulación eléctrica. Utiliza un dispositivo que un cirujano coloca en el abdomen mediante una cirugía laparoscópica. El dispositivo bloquea la actividad nerviosa entre el estómago y el cerebro.
  • El sistema de balón gástrico. El médico coloca uno o dos globos en el estómago a través de un tubo que se coloca en la boca. Una vez que los globos están situados en el estómago, el cirujano los llena con agua salada para que ocupen más espacio en el estómago y ayuden a que la persona se sienta más llena.
  • El sistema de vaciado gástrico. Utiliza una bomba para drenar parte de los alimentos del estómago después de una comida. El dispositivo incluye un tubo que va del interior del estómago al exterior del abdomen. Alrededor de 20 a 30 minutos después de comer, la persona usa la bomba para drenar los alimentos del estómago a través del tubo y depositarlos en el inodoro.
  • Cirugía bariátrica. Incluye varios tipos de operaciones que ayudan a perder peso mediante cambios en el aparato digestivo. La cirugía bariátrica puede ser una opción si una persona tiene obesidad severa y no ha podido perder suficiente peso para mejorar su salud. La cirugía bariátrica también puede ser una opción para niveles más bajos de obesidad si una persona tiene problemas de salud graves relacionados con la obesidad, como Diabetes tipo 2o apnea del sueño.

Para finalizar, mencionar esta frase “Nadie puede vivir a dieta. Pero todos podemos vivir más si elegimos mejor lo que comemos” dejando claro que la obesidad es más que un problema estético, pues su presencia conlleva serios riesgos para la salud de los afectados. Es muy importante aprender a prevenirla, mediante una alimentación saludable, hábitos de vida sanos y realización de ejercicio físico.

Nuria Gallardo

Enfermera de los Centros de Día Villa Saluten


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