El dolor, sobre todo el de tipo crónico, es extremadamente frecuente en adultos mayores. Se estima que entre un 80-85% de las personas mayores de 65 años o más presentan al menos un problema importante de salud que los predispone al dolor y muchas veces asociado y ocasionando déficit de movilidad, aislamiento social y estado de ánimo deprimido.

La presencia de múltiples patologías en la tercera edad que afectan a distintos órganos y sistemas, así como la importancia de dar un enfoque tanto anatómico y biológico como psicológico y sociocultural al dolor,  hace necesario el trabajo de un equipo multidisciplinar que incluya una pauta correcta de tratamiento farmacológico, tratamientos psicológicos y fisioterapia y rehabilitación, entre otros.

Los individuos de edad avanzada tienen más probabilidad de soportar el dolor que los más jóvenes, quizás por el deseo de que se les perciba como buenos pacientes. También suelen tener más fe en el sistema sanitario y en el propio sanitario que les trata. Además, tienen tendencia a informar poco acerca de los síntomas de dolor y a no identificarlo.

Para poder evaluar el dolor de un paciente, utilizamos la escala visual analógica (EVA) mediante una línea que coloca en sus extremos expresiones que definen los límites de las dimensiones de dolor (no dolor – el peor dolor imaginable). En ella se le pide al paciente que coloque una marca en la escala para indicar el nivel de intensidad de su dolor y así hacernos una idea de su percepción dolorosa.

El tratamiento del dolor en los adultos mayores puede ser complejo debido a los cambios fisiológicos, la coexistencia de dos o más enfermedades o trastornos y el uso simultaneo de varios medicamentos relacionados con la edad. Por tanto, el tratamiento siempre será multidisciplinario e individualizado.

Este tratamiento puede tener mucho éxito si se determina su origen y se trata de modo definitivo. Sin embargo, esta situación puede resultar poco realista o poco práctica en el caso de los mayores, cuyas quejas al dolor proceden frecuentemente de enfermedades crónicas o progresivas para las que no hay curación. En este caso el objetivo fisioterápico del tratamiento será aliviar al máximo el dolor minimizando los efectos secundarios y mejorando el estado funcional del paciente aliviando la rigidez, previniendo las contracturas, manteniendo y restaurando la movilidad, previniendo la atrofia muscular, combatiendo la inflamación etc.

Las técnicas de fisioterapia que utilizamos en Villasaluten para conseguir este objetivo son:

1.- REPOSO: mejor que reposo, deberíamos utilizar el término de actividad controlada. El reposo absoluto debe restringirse el menor tiempo posible por las complicaciones que conlleva como rigideces articulares o pérdida excesiva de masa muscular. Se aplica exclusivamente en fases agudas y/o con intensas manifestaciones inflamatorias.

2.- TERMOTERAPIA: Aplicación de calor a través de lámpara de infrarrojos, que provoca dilatación de los vasos sanguíneos y aumento de las propiedades elásticas de los tejidos blandos. Tanto en la piel como en estructuras más profundas alivia el dolor a través de mecanismos antiirritantes, además de disminuir el espasmo o contractura muscular.

3.- CRIOTERAPIA: aplicamos frio con bolsas de hidrogel. Generalmente en procesos agudos disminuye la sensación de dolor actuando como analgésico local. También reduce la hiperexcitabilidad muscular.

4-. ELECTROTERAPIA: consiste en la aplicación terapéutica de corrientes de alta y media frecuencia. En nuestros centros utilizamos corrientes TENS (estimulación neuromuscular eléctrica transcutánea). Pueden ser bastantes efectivas en pacientes con áreas de dolor muy localizado.

5.- MASAJE: los efectos terapéuticos básicos del masaje son la acción analgésica-sedante, descontracturante y estimulante.

6.- RELAJACIÓN: enseñando al paciente diferentes técnicas combinándolas con ejercicios de fisioterapia respiratoria.

7.- CINESITERAPIA: se define como la terapia mediante el movimiento. Puede ser pasiva o activa. Como norma general el movimiento fuera de los límites del propio dolor va a ser beneficioso para su correcta evolución.

 

LUCÍA CONDE MARTÍN / FISIOTERAPIA (Centro de día Pradillo, Móstoles).