Este domingo 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, con el fin de concienciar a la población sobre la importancia de la misma. El lema de este año es “La salud mental, un derecho necesario. Mañana puedes ser tú”. Y así es, un derecho, aunque no siempre es fácil acceder por diferentes razones; falta de recursos, de medios, de información o incluso por miedo.

La salud mental es algo que en muchas ocasiones descuidamos y no ofrecemos la misma atención que a la salud física, un error que sigue siendo muy común en nuestra sociedad. Por suerte, cada vez hay más personas que son capaces de identificar los problemas de salud mental y pedir ayuda.

Tener salud significa encontrarse en equilibrio. Es importante en todas las etapas de la vida y afecta a todas las esferas de la misma; física, cognitiva y emocional. La salud mental afecta a la forma en que pensamos, sentimos y actuamos en nuestra vida. También ayuda a determinar cómo manejamos las diferentes situaciones que se nos presentan, nos relacionamos con los demás y tomamos nuestras decisiones. Son trastornos que pueden afectar al estado de ánimo, el pensamiento y el comportamiento. Muchas veces los síntomas aparecen enmascarados con problemas físicos.

Principales síntomas

 

Los signos y síntomas de una enfermedad mental varían según el trastorno, las circunstancias y otros factores. Éstos pueden afectar a las emociones, los pensamientos y las conductas. Algunos de los síntomas que nos podemos encontrar son:

    • Sentimientos de tristeza.
    • Anhedonia.
    • Pensamientos confusos.
    • Problemas de concentración
    • Preocupaciones o miedos excesivos.
    • Sentimientos intensos de culpa.
    • Altibajos y cambios radicales de humor.
    • Alejamiento de las amistades.
    • Apatía.
    • Cansancio intenso.
    • Problemas de sueño.
    • Desconexión de la realidad (delirio), paranoia o alucinaciones.
    • Incapacidad para afrontar los problemas o el estrés de la vida diaria.
    • Problemas para comprender y relacionar las situaciones y las personas.
    • Abuso de sustancias.
    • Cambios en los hábitos alimentarios.
    • Hostilidad o violencia excesiva.
    • Pensamiento suicida.

Estos síntomas pueden derivar en problemas de salud mental como son trastornos de ansiedad, depresivos, abuso de sustancias, trastorno por déficit de atención, trastornos del sueño o estrés.
En muchos casos no están diagnosticados ni tratados correctamente.

 

¿Qué podemos hacer desde los Centros de Día?

 

Nuestro papel en los Centros de Día es importante tanto para nuestros mayores como para sus familiares.
Medidas para reforzar la salud psicológica de nuestros mayores:

    • Fisioterapia: Practicar ejercicio físico de manera regular aporta beneficios físicos y psíquicos porque favorece la liberación de endorfinas, también conocidas como hormonas de la felicidad. Así mejoran en autonomía, lo que se refleja en su autoestima.
    • Terapia ocupacional: Estas terapias promueven el trabajo físico y cognitivo y mejoran la autonomía de las personas mayores en las actividades de la vida diaria, por lo que se sientes menos dependientes.
    • Ludoterapia: Tienen como objetivo entretener, disfrutar, potenciar la socialización e integración.
    • Hablar de los sentimientos, emociones, pensamientos y preocupaciones.
    • Establecer rutinas: favorece la orientación y la sensación de estabilidad.
    • Dieta sana y equilibrada.

Medidas para reforzar la salud psicológica de nuestras familias:

    • Técnicas para disminuir la ansiedad.
    • Estrategias de relación y comunicación con el enfermo.
    • Reestructuración de pensamientos negativos.

La ayuda psicológica tiene que dejar de verse como algo negativo y empezar a tratarla de la misma manera que la ayuda médica.

 

Sara Aguado– Psicóloga del Centro de Día San Juan (Valladolid)

 


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